martes, 30 de agosto de 2016

ALCALÁ DEL JUCAR

Recorriendo sus calles y caminos no podía despejar mi cabeza de las mil preguntas que me surgían al observar tan tremenda cantidad de restos históricos y arqueológicos. Cuevas, vestigios de otras culturas, murallas, antiguas centrales eléctricas, fósiles y un castillo. Y un Castillo...


Bienvenidos a Alcalá del Jucar



Pero comencemos desde el principio. Ubicado en la comarca de La Manchuela es su pueblo más importante desde el punto de vista turístico y pintoresco. La llegada al mismo es impresionante ya que tras una larga conducción a través de kilómetros de páramo manchego se llega a un inmenso cortado que son las Hoces del Júcar y en cuya ladera se encuentra excavado este pueblo. Por eso he querido dejaros el vídeo de la bajada hasta el río por una carretera serpenteante que sin duda nos recordará a esas antiguas carreteras de los años 80 de paisaje mediterráneo.



Efectivamente, Alcalá del es uno de los tres enclaves defensivos de la época musulmana contra los cristianos junto al castillo de Jorquera del que apenas se conservan algunos muros y al castillo de Ves del que solo se conserva un pequeño muro y el aljibe. Paseemos por las calles del pueblo mientras os cuento un poco de su Historia.



Se piensa que ya existían en la zona asentamientos prehistóricos e hispanoromanos aunque los primeros documentos nos hablan del origen beréber de la población entre los siglos X y XI.



El pueblo es un entramado de calles estrechas y cuestas empinadas donde los colores resaltan sobre el blanco de las casas y una infinidad de carteles por doquier tratan de indicarnos las entradas de las cuevas bajo el castillo.






Cobró en esta región gran importancia el cultivo de cáñamo que producía textiles, forraje para los animales y uso en la alimentación. También existían varios molinos harineros desde la época hispanoromana que se hicieron habituales durante el periodo musulmán llegando su utilización hasta el siglo XX. Finalmente fueron sustituidos por las centrales hidroeléctricas que hay repartidas por la zona y las acequias de aquellos molinos fueron reutilizadas por estas centrales cuyos edificios sobreviven al paso del tiempo dando una imagen decadente a la vez que misteriosa. Esta que os muestro a continuación está situada a la entrada del pueblo.


Y las acequias



Alcalá del Jucar no se entiende sin la visión del agua que fluye a su alrededor. De hecho las maderadas, es decir, el transporte de troncos de madera por el río se han realizado desde el siglo XII hasta que llegó el ferrocarril en el siglo XIX.

Este pueblo es un referente en toda la comarca para el baño y su paisaje fluvial una evocación a la relajación y el descanso. He tenido la oportunidad de bañarme en muchos sitios diferentes pero ninguno como este. Y como ya os he dicho en anteriores ocasiones, siempre acompañados de nuestros amigos peludos.








Casas cueva y muchas de ellas abandonadas. Las observamos al pasar delante de ellas  e incluso vemos lo que queda en su interior.



Y comencemos ya a fijarnos en ese famoso castillo. Es de origen mohade y ya en el siglo XII un geógrafo hispano musulmán habla de un castillo inexpugnable en el Cerro de la Horca.


Y es en este cerro donde se conservan vestigios de una población anterior al siglo XVI. Se trata de los restos de la Ermita de San Blas. Lo que se levanta es la torre del homenaje que esta totalmente restaurada manteniendo la distribución original. Visitemos esta fortaleza y disfrutemos de sus vistas.





El castillo era totalmente inaccesible ya que el cerro sobre el que está construido es completamente vertical. Unicamente se podía acceder a él a través de una rampa levadiza que se extendía hasta la muela que emerge a pocos metros pero el ascenso por esta muela también vertical para subir suministros y agua era agotador y dificultoso.






El castillo fue rehabilitado durante la Guerra Civil en 1936 y los cañones fueron rescatados de entre los escombros que los enterraban.



Estos pobladores de origen beréber encontraron, en el cerro bajo el que se asienta el castillo, cuevas que labraron y agrandaron para usarlas en la defensa del territorio. Pero toda la Cuenca del Júcar les ofrecía este tipo de oquedades que ellos aprovecharon para construir casas, graneros y ciudadelas por lo que la tradición de Alcalá del Júcar de construir casas cueva se remonta diez siglos atrás.






A día de hoy resulta difícil diferenciar lo que sirvieron de casas o de graneros y en qué época. Bajo el castillo existen tres grandes cuevas convertidas en museo pero ascendiendo el curso del río nos encontramos con la Cueva del Rey Garadén. Hoy solo queda su huella pero esta oquedad albergó una ciudadela de varias casas y graneros.


Como decía las cuevas bajo el castillo son tres y albergan una colección de objetos, utensilios y recuerdos de varias épocas recientes de nuestra historia dando un ambiente extravagante a su visita.
 La primera que vamos a ver es la cueva del Diablo llamada también anteriormente Túnel de Fidel. Es original de la época musulmana aunque ha sido restaurada e incluso podemos halla una curiosa discoteca en su interior. Veámosla.









Se ha conservado la distribución original de las estancias.




El retrato que a continuación veis colgado en la pared es el del impulsor del proyecto de la cueva museo y en la región se le conoce como el Diablo.









La segunda cueva que vamos a ver es la cueva de Garadén o también llamada anteriormente Tunel de la Anacleta. Con un pasadizo de 170m es la más grande y mantiene toda su estructura intacta de como era en origen.




En la siguiente fotografía se muestran los columbarios originales de la época que se han mantenido. 










 En gran parte del recorrido las paredes se muestran repletas de fósiles.






La tercera y última cueva que veremos es la cueva de Masagó. Es una cueva de origen reciente y excavada para uso turístico pero alberga una interesante colección de fósiles encontrados durante su excavación. La aparición de gran abundancia de fósiles en toda la región con solo acercarte a una pared cualquiera se debe a una vez se halló sumergida bajo el mar de Tetis y el tipo de roca calcárea que forma esta cuenca ha conservado los fósiles marinos de los crustáceos que poblaron este lugar.











Y saliendo de las cuevas vamos terminando el recorrido por las singularidades de este pueblo pero antes haremos una parada en un antiguo edificio. Y es que en Alcalá no solo viajas a épocas prehistoricas, musulmanas y demás Edad Media. También hay un recorrido muy curioso por el siglo XX en el interior del viejo cine ahora convertido en museo de recuerdos que retratan nuestra Historia reciente. Vamos a verlo y a despertar nuestra curiosidad.












 












Magnífico, ¿verdad?. Saliendo del pueblo nos encontramos con más cuevas, pero estas destinadas al cultivo de champiñones aunque aparentemente abandonadas de hace tiempo y una vieja casa derruida que invade la carretera.








Y hasta aquí este reportaje fotográfico que espero os haya gustado. Pero Alcalá del Júcar tiene aún mucha historia por descubrir por lo que os invito a leer los estudios publicados en los links que os dejo a continuación. Podréis informaros de detalles históricos, ver mapas de las cuevas y comparar lo que habéis visto con antiguas fotografías en blanco y negro sobre la rehabilitación de las cuevas.






Pero Alcalá no acaba aquí. Os espero en la próxima entrada para visitar uno de sus barrios más apartados con gran cantidad de viejas casas abandonadas.

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